Los parásitos internos se detectan mediante exámenes de laboratorio y
una vez determinado el tipo de parásito, se debe tratar al total del ganado
con tratamiento periódico. En lugares de alta incidencia se pueden aplicar
hasta 4 desparasitaciones al año.
Los parásitos externos son portadores de enfermedades, se controlan
mediante baño de los animales con substancias garrapaticidas, que son
expedidos por laboratorios comerciales. Es indispensable emplearlos de
acuerdo a las indicaciones de uso.
Es importante identificar los
signos de enfermedad en el
animal,
para
ello
deben
revisarse los puntos clave del
animal y detectar si presentan
anomalía; esto ayudará al
técnico o al veterinario para
reconocer la enfermedad.
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